En el 2011 tenía unos animales muy jóvenes que perdían masa muscular y se quedaban sin fuerza hasta la muerte. Inyecté a uno con agua de mar y la respuesta fue positiva, lo volví a inyectar y a las 24 horas de la primera inyección ya tenía fuerza para levantarse. Sin planteármelo había reiniciado las inyecciones que tantas vidas salvó René Quinton.
Éste fue el primer animal de muchos que he aplicado el agua de mar como remedio curativo con éxito, hasta el punto de convertirse en un medicamento imprescindible, por su efectividad y su amplio espectro.
Cuando un ternero sufre neumonía el granjero creerá que la culpa es la pasteurella que ha infectado al animal. Error. Debemos preguntarnos el por qué y veremos que el animal probablemente no ha sido infectado, sino que la pasteurella siempre la ha tenido, ya que es una bacteria propia del animal. El por qué la pasteurella se ha convertido en agresiva será porque ha encontrado un terreno propicio para hacerlo, pues el tejido pulmonar ha cambiado su composición mineral.
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Cuando una vaca mea, otra va a lamer la orina y cuando una zona de hierba recibe los orines de una vaca, esta hierba les es más apetecible. Podríamos deducir que las vacas usan la orinoterapia.
Creo que el lamer los orines es una forma de comunicación del estado de salud entre el rebaño, con lo que la vaca que lame recibe información sobre del estado de la compañera, que como es lógico come lo mismo que ella. Pues la salud del rebaño es un todo.
También podría ser por falta de minerales, aunque lo dudo.
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René Quinton fue una de las más grandes celebridades francesas en el ámbito médico. Descubrió que la primera célula se originó en el mar y que su medio interno era literalmente agua de mar, con todos los elementos existentes en el mar. De esa primera célula surgió toda la flora y fauna que hoy conocemos, y cuando nos dicen que somos un 75% de agua, en realidad estamos hablando de agua de mar isotónica.
Comprobó que aunque hayan pasado millones de años desde esa primera célula, aún hoy, todos los seres vivos, conservamos en nuestro medio interno una parte de agua de mar, en distinta proporción según el grado de evolución de cada especie.
Es decir, que el agua de mar es nuestro primer calostro, un calostro universal para todos los seres vivos con el que podemos reequilibrar el medio interno cuando este enferma, y así sanar.
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Pasteur:
«El microbio no es nada, el terreno es todo.»
Pues bien, una de las causas más importantes de la mala disposición del terreno del organismo humano en su lucha contra los microbios es el desequilibrio mineral.
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Sin saberlo, el nutriólogo recomienda una alimentación carente de algunas sales minerales, que causan semideshidratación y enfermedades, algunas incurables. Antes esta recomendación era correcta pero ahora ya no es así.
Esto es causado por:
1. Por nuevos productos para alimentación animal procedentes de subproductos varios.
2. Por que las materias primas proceden de monocultivos abonados con unos pocos elementos (N, P, K). Con los años van empobreciéndose de los otros minerales, todos y cada uno imprescindibles para las plantas y animales.
3. Por que el laboreo de la tierra ayuda a que se pierdan aún más los minerales.
La sal que se agrega al pienso tendría que suplementar los minerales que al pienso le faltan, pero esta sal lleva un proceso de extracción de minerales (magnesio, yodo...), para su venta, y a veces se blanquea. Con lo que tenemos una sal que es básicamente cloruro sódico y aditivos, con lo que pierde la mayoría de sus propiedades, y podría tener el efecto contrario, ser tóxica.
La suma de materias primas pobres en minerales y la sal refinada (además de su contenido en tóxicos de origen transgénico y fitosanitarios), conllevan a que el veterinario diagnostique cada vez más problemas sanitarios. Él realiza nuevos protocolos y preventivos químicos más extensos, para mantener a los animales más sanos, administrando medicamentos y vacunas, todos con efectos secundarios y ninguno con efectividad contundente.
Resultado: animales desmineralizados y con mayor cantidad de medicinas tóxicas. De locos.
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Los piensos de vacuno tienen un 0,5 % de sal por kg de materia seca. Y cuando llega el verano reducen la sal a 0,4 para que no beban tanto.
Reducir la sal en verano es la mayor estupidez que he oído nunca. Cuando los animales tienen calor sudan agua y sales e inmediatamente van a beber agua sola. Como no recuperan las sales siguen bebiendo, sin saciar la sed. Estos animales se pasan todas las horas de calor bebiendo, sudando y meando, y cuando llega el fresco de la noche entonces comen.
Estos animales no convierten bien y los más débiles enferman de neumonía.
Después de algunas pruebas he llegado a la conclusión de que el vacuno en crecimiento necesita en el pienso el 2% de sal sobre materia seca. Con estas cantidades se consigue la hidratación óptima, y una mejor biodisponibilidad del alimento, con el correspondiente interés económico que eso representa. Todos los ganaderos coinciden en que en verano los terneros crecen menos, pues ¿qué les parecería que crecieran casi igual que en invierno?
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La tierra recibe los minerales, de la degradación de la roca madre, de los orines y excrementos de los animales, de los restos de cosechas, de abonos verdes, de compost, de purines, de estiércoles, de la atmósfera, de los abonos de síntesis, de subproductos varios y de otros productos como el agua de mar o sal integral de mar.
La tierra ostenta estos minerales que son puestos a disposición de las plantas a través de los microorganismos de la tierra. Y si éstos minerales se encuentran en equilibrio y son biodisponibles, aportaran a las plantas más producción, vitaminas, minerales, oligoelementos, y sanidad.
Suponiendo que estos vegetales tan equilibrados son pasto permanente, aportará al ganado una perfecta salud y consecuentemente producción.
Los orines y excrementos del ganado devuelven a la tierra la mayoría de los minerales que le ha prestado, y será la biota los que los aproveche de nuevo para ponerlos a disposición de las plantas otra vez, cerrando así el círculo.
Hay que tener en cuenta que no nos podemos centrar en unos cuantos minerales, sino en todos en su conjunto, asumiendo que deben de aportarse todos y en equilibrio estando algunos en niveles muy altos, y otros a niveles casi homeopáticos.
Por mínima que pueda parecer la presencia de un elemento, esto no quiere decir que sea prescindible. Todos tienen su función ya que si en el agua de mar están en una proporción, en todos los animales estarán en una proporción muy similar.
Cuando se rompe este equilibrio se compromete la salud del animal, ya que no recibe los elementos en las proporciones correctas.
Principales factores que desequilibran los minerales y la biota del suelo:
1 - Los abonos con N, P y K harán aumentar la producción siendo ésta más pobre en otros elementos también imprescindibles.
2 – Los monocultivos descompensan aún más los elementos de la tierra.
3 – Las deyecciones ganaderas procedentes de ganado alimentado con subproductos y productos provenientes de monocultivos y/o abonos de síntesis también son desequilibradas mineralmente.
4 – El uso de barros de depuradora, ricos en toxinas de todo tipo.
5 – El laboreo de la tierra.
El abuso de estas prácticas pasará factura a los animales con peor sanidad y por tanto peor producción. La adopción de prácticas ecológicas de cultivo y ofrecer agua de mar al ganado van a compensar los desequilibrios de los animales y del suelo.
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NEUMONIA
La medicina convencional no ha encontrado nada dignamente efectivo, para esta enfermedad. La prevención y tratamiento de la neumonía supone el mayor capital gastado en medicación en la mayoría de especies de animales de granja.
Nos cuentan que algunos virus provocan neumonía o que se altera el equilibrio del pulmón y la pasteurella se reproduce masivamente provocando neumonía por las toxinas que ellas excretan. Hay un arsenal de vacunas y antibióticos todos con eficacias regulares. La prueba de ello es que la neumonía es la principal causa de muerte en casi todos los animales de granja.
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El agua de mar es la más potente cura que existe para la mayoría de enfermedades pulmonares (incluyendo la tuberculosis según René Quinton), sin efectos secundarios y sin que el cuerpo cree resistencia como pasa con los antibióticos.
Así de contundentes somos al afirmar esto, ya que una vez hallado el protocolo correcto, hay un porcentaje de éxito aplastante, versus la medicina convencional sola.
El agua de mar da al cuerpo los mecanismos necesarios para la auto reparación pulmonar:
1- Fluidifica todo el aparato respiratorio con lo que se activa la expectoración de las toxinas que colapsan los pulmones.
2- La mineralización equilibrada que ofrece el agua de mar, alimenta al pulmón, reequilibrando el ecosistema biológico pulmonar, y regenerando las partes dañadas.
Así de simple.
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Aunque el agua de mar es el principal ingrediente, en prevención y tratamiento de neumonía, hemos desarrollado un protocolo holístico, con el que combinamos varias técnicas, siempre priorizando el no dañar el animal, dejando como último recurso la medicación tóxica.
Nueva Medicina Germánica
Dióxido de cloro
Agua de mar
Antibióticos y antiinflamatorios convencionales
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En el tratamiento de la neumonía, el agua de mar es el producto rey. Pero hemos tenido algunos casos más difíciles donde el dióxido de cloro ha sido de gran ayuda resolviendo por completo la enfermedad. Los dos productos forman una sinergia excelente, con lo que rara es la neumonía o cualquier otra enfermedad que resista a este tratamiento.
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