La Naturaleza contraataca: el amaranto devora los transgénicos
Publicado: 2013/06/06 de QK en atros / besteak, ideyas / ideiakEtiquetas: amaranto, Monsanto, mutación, NASA, OMG, transgénicos
La planta sagrada precolombina desafía al gigante Monsantoy crea el pánico entre los agricultores yankees. La transnacional de semillas transgénicas no sabe qué hacer con el amaranto que ha acabado con sembrados enteros desoja: en Estados Unidos, los agricultores han tenido queabandonar cinco mil hectáreas de soja transgénica y otras cincuenta mil están gravemente amenazadas. Este pánico se debe a una “mala hierba”, el amaranto (conocida también como kiwicha o huautli), que decidió oponerse a la transnacional Monsanto, tristemente célebre por su producción y comercialización de semillas transgénicas.
Ya en 2004 un agricultor de Atlanta comprobó que algunos brotes de amaranto resistían al poderoso herbicida Roundup. Los campos víctimas de esta invasora “mala hierba” habían sido sembrados con granos Roundup Ready, semillas que han sido modificadas recibiendo un gen de resistencia al herbicida. Desde entonces la situación ha ido a más y el fenómeno se ha extendido a Carolina del Sur y del Norte, Arkansas, Tennessee y Missouri. Según un grupo de científicos británicos del Centro para la Ecología y la Hidrología, se ha producido una transferencia de genes entre la planta modificada genéticamente y algunas hierbas “no deseadas” como el amaranto. Esta constatación contradice las afirmaciones de los defensores de los organismos modificados genéticamente (OMG): según ellos, una hibridación entre una planta modificada genéticamente y una planta no modificada es “simplemente imposible”.
Según el genetista británico Brian Johnson, “basta con un solo cruce logrado entre varios millones de posibilidades. Una vez creada, la nueva planta posee una enorme ventaja selectiva y se multiplica rápidamente. El potente herbicida que se utiliza aquí, Roundup, a base de glifosfato y de amonio, ha ejercido una presión enorme sobre las plantas, las cuales han aumentado aún más la velocidad de la adaptación”. Así, al parecer, un gen de resistencia a los herbicidas ha dado nacimiento a una planta híbrida surgida de un salto entre el grano que se supone protege y el humilde amaranto, que se vuelve imposible de eliminar.
La única solución es arrancar a mano las malas hierbas, como se hacía antes, pero esto ya no es posible dadas las enormes dimensiones de los cultivos mecanizados. Además, al estar profundamente arraigadas, estas hierbas son muy difíciles de arrancar con lo que, simplemente, las cosechas han sido abandonadas.
Resulta curioso constatar que el amaranto, considerada ahora una planta “diabólica” por la agricultura genética, era ya unaplanta sagrada para los incas, mayas y aztecas, y en 1985 fue incluido por la NASA en la dieta de los astronautas. Pertenece a los alimentos más antiguos del mundo. Cada planta produce una media de 12.000 granos al año y las hojas, más ricas en proteínas que las de la soja, contienen vitaminas A y C, y sales minerales.
Así este bumerán, devuelto por la naturaleza a la transnacional Monsanto, no sólo neutraliza a este predador capitalista, sino que instala en sus dominios una planta que podría alimentar a la humanidad en caso de hambre. Soporta la mayoría de los climas, tanto las regiones secas como las zonas de monzón y las tierras altas tropicales, y no tiene problemas ni con los insectos ni con las enfermedades con lo que nunca necesitará productos químicos.
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